El desarrollo de sistemas de IA, cada vez más autónomos, ha llevado a debates filosóficos y legales sobre la naturaleza de la conciencia, la responsabilidad y los derechos de las entidades no humanas. Estos debates no son meramente académicos, sino que tienen implicaciones prácticas inmediatas para la formulación de políticas públicas y la administración de la justicia. La posibilidad de que la IA supere las capacidades humanas en áreas cada vez más amplias plantea preguntas fundamentales sobre el futuro del trabajo, la educación y la identidad humana misma.
En este contexto, se debe pensar en nuevas constituciones y nuevos Tratados Internacionales como una iniciativa fundamental para abordar de manera integral los impactos de la IA en las constituciones modernas y los Tratados Internacionales.